martes, 21 de diciembre de 2010

De vos. De mi. (De las dos)

Prestame las líneas de tus manos para escribir de la manera tierna que tenías de abrir tus alacenas para mi.
Pasame la receta de tu flan de manzanas y de tu paciencia así aprendo de tus abrazos de crayón anaranjado.
Dejaste en mi recuerdos larga vida, dibujos de cocina y un calzador en el cajón. Cuentos (dememoria) por las noches, costureros y un derroche, de caricias por antojo y sin razón.
Me tatuaste mil palabras en un soplo, que al nombrar te reconozco respirando por los poros de mi piel. 
Me enseñaste a subir las escaleras, a cerrar la boca al frío y a decir "me equivoqué"
Porque al final todo fue escrito en nuestras palmas y partiste en vuelo sin enaguas, largándome a navegar. 
Y por las dudas te aseguraste que siguiera, flotando entre la marea sin querer abandonar.
Le diste un soplo a mis velas, te aseguraste que no doliera...


...no significa que no se te extrañe por acá.


Agus.

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