Terminar un año es comenzar otro,
romper puzzles en pedazos para intentar armarlo de nuevo.
Es ver el final del cuento escrito en los bancos de los viejos y darnos cuenta que es un final abierto.
Terminar un año es romper todos los platos y prometer, una vez más, que en el 2011 compraremos de plástico.
Es determinar los pros y exterminar los contras.
Terminar un año es sentirte tan hoja en blanco...
es sentir que te dormiste en invierno, soñaste con la primavera y te despertarte en pleno verano, cagada de calor y sin saber para dónde disparar.
Terminar un año es insistirnos en un punto y aparte, cuando los "punti y coma" son mucho más fascinantes.
Porque tachar sería tan fácil...
Sólo es cuestión de cambiar de color de lapicera y seguir escribiendo.... enterezando la letra (de ser posible)
Fin + Créditos
Fundido en negro y lluvia de estrellas fugaces.
Todo explotando a lo bestia el treinta y uno de diciembre.
Agus.