miércoles, 29 de diciembre de 2010

Armando la mochila

Para estas vacaciones llevo:


Pastillas anti-olvido
Revelado instantáneo en los ojos
Cigarrillos con horario nocturno
Muchas ganas de clavarme varios sanguches de milanga
Magia
Deseos de "alpedear"

Los Beatles, los Beatles, los Beatles.
Aberración por los carteles luminosos
Adoración por pueblitos oscuros
Cumbia en el mp3
Golosinas
Urgencia de luna en la playa
Nudos varios a descontracturar

 

(A Yulia)



Agus.

 

 

martes, 28 de diciembre de 2010

Conviviendo conmigo misma

Cuando estoy mal
cocino peor
y escribo mejor.

hablo a los gritos,
pierdo el celular

Cuando estoy mal
me tumbo en el sillón
y no corro ningún colectivo

no me aguanto ni el reloj, 
ni el sol,
ni el olor a tren

Cuando me siento mal
no veo la luna
ni bajo en ascensor
ni subo a la terraza

Tan sólo escribo...
cuentos 
cortos 
con finales abiertos
inciertos
molestos

Cuando estoy mal
no me aguanto ni yo
no me quiero ni yo
no me siento ni yo

Agus


lunes, 27 de diciembre de 2010

A,B,C,D,E...

amasa amaneceres
adelanta abriles azarosos

ampara azules amapolas


barre besos, badenes barrancosos, barrios


corre caminos cortos
cuenta con codos conocidos

desciende desde días densos
duraznos demasiado duros
danzando deseos destructivos


emerge entonces elevándose
esperando espacios entreabiertos
enfermas esperanzas...


Agus.

domingo, 26 de diciembre de 2010

Un año a estrenar

2011 promete:

Viajes a pequeñas ciudades de la provincia de Buenos Aires y "fondius" de queso
Costillares descotillados de risa en mesas de plástico con manteles cuadrillé
15 cuadras de porteñas e insoladas conversaciones
RarosPeinadosNuevos
(re)enamorarse
Ganarle a un hombre (cualquiera sea el juego)
Noches de cine sola
Decir "te quiero" y que suene tan auténtico como lo siento
Seguir dándome la mano con el 152, que siempre siempre está en la parada cuando doblo en esa esquina de "marcelo-té"
No dejar de sentir perfumes-recuerdo en cualquier esquina de Buenos Aires
Madrugadas desconcertantes y sonrisas de vidriera espejada.

Agus.

viernes, 24 de diciembre de 2010

(Des)balances de fin de año

Terminar un año es comenzar otro, 
romper puzzles en pedazos para intentar armarlo de nuevo.
Es ver el final del cuento escrito en los bancos de los viejos y darnos cuenta que es un final abierto.
Terminar un año es romper todos los platos y prometer, una vez más, que en el 2011 compraremos de plástico.
Es determinar los pros y exterminar los contras.
Terminar un año es sentirte tan hoja en blanco...
es sentir que te dormiste en invierno, soñaste con la primavera y te despertarte en pleno verano, cagada de calor y sin saber para dónde disparar.
Terminar un año es insistirnos en un punto y aparte, cuando los "punti y coma" son mucho más fascinantes.
Porque tachar sería tan fácil...
Sólo es cuestión de cambiar de color de lapicera y seguir escribiendo.... enterezando la letra (de ser posible)

Fin + Créditos
Fundido en negro y lluvia de estrellas fugaces.

Todo explotando a lo bestia el treinta y uno de diciembre.

Agus.



miércoles, 22 de diciembre de 2010

¡Brindo por mas vida!

(La internet)
Como todo, tiene sus pro y sus contras…
Como todo, nos deja enseñanzas y dolores de cabeza…
Y si tengo que detallarlas, aquí voy:

Sus pro:

Nos facilita búsquedas que por otros medios serían interminables,
Nos enseña si sabemos donde buscar,
Nos acerca a personas que tenemos lejos,
Nos divierte si sabemos como,
Nos brinda contactos profesionales y búsquedas laborales,
Nos acerca al mundo…
Nos da trabajo…

Sus contras:

Nos aleja de la vida más real,
Nos quita tiempo valioso al aire libre,
Nos aleja de las personas que tenemos al lado,
Nos saca lo peor de nosotros, incluso lo que no conocíamos,
Nos confunde y engaña si no somos concientes de su juego,
Nos atrapa y no nos deja ir si no sabemos como obviarlo,
Nos engaña con información no valida…
Nos saca energías…
Nos aleja de la escritura y el dibujo a mano alzada…
Nos facilita tanto todo, que cuando debemos esforzarnos no queremos ni movernos…

Por eso cuando menos prestamos atención a esto, más estaremos inmersos en su mundo…

Yo, voto por un 2011 con más caminatas en la plaza, más libros de papel, más cartas a mano, más información de bibliotecas, más amigos reales y menos cibernéticos, más llamadas por teléfono y menos Chat, más búsquedas a pie,  más reuniones con amigos y menos facebook, más preocupación por tu propia vida que por la ajena, menos chusmeríos y preocupaciones.

¡Más vida!
Brindo, ¡por la libertad!


pd: ¿saben porque se me ocurrio lo de internet?, justamente porque llega este nuevo año, y una de las cosas que quiero cambiar, es eso. ¡Mas vida, mas aire, menos aparatos!

Volviendo a SER.

Este sabor a tabaco en los labios.
Estas ganas, este calor, estas cosquillas.
Estos anocheceres, este cansancio. Esta y ninguna otra piel.
Esta yerba de ayer secándose en la mesada. Y varios platos sucios por lavar.
Estos cepillos de diente(s) despeinados que no llegan a las muelas de juicio.
Este juicio que no llega, de ningún modo.
Estos dedos chiquitos del pie chamuscados. Estos talones en-negrecidos.
Estos helados granizados de media-noche .
Este vestido violeta .
Estos cuentos cortos.
Este Gancia con limón.
Estas narices coloradas.


Y así llega Diciembre...


y volvemos a ser lo que somos.                          así.

Agus.

martes, 21 de diciembre de 2010

Las fiestas de fin de año, ¡Melancolique et plus et plus! jingle bells

Añoro, si cuando llegan, comienzo a añorar…
No sé bien qué, supongo que la tranquilidad de la rutina, el mantener un equilibrio constante. Siempre a mí el desequilibrio me movilizó, a veces para bien, el resto de veces para mal. Quizás es porque siempre tuve la maldita costumbre de querer hacer todo, y sabiendo que con cierta lógica eso no se puede, me aterra la posibilidad de que algo no lo haga y me arrepienta de haber decidido lo contrario. Y en verano es cuando aparecen las posibilidades de libertad y elección, y elegir, justamente ¡me pone como loca!, que cosa más extraña, es el lujo de cualquier ser humano, tener libertad de elección, libertad económica (bueno no tanto), y edad para hacer ciertas locuras. ¡Y aún así me aterra elegir!
El clima es algo tenso, cuando tendrían que ser fiestas de Paz y Amor, la gente está histérica, corre, compra regalos con cara de (cómo voy a hacer para pagar la tarjeta)…Las familias se pelean y enojan si pasas la noche buena en otro lado que no se con ellos, ¡y ni te cuento de tener que aguantar gente que ni quieres ver! La maldita tradición de pasar en familia, cuando hay familia que te impusieron llevar relación, aunque ni sepa cómo te llamas…
¿Pero saben que es lo peor de esta cuestión?, que como les dije antes tengo la libertad de elegir dónde y con quien pasarlo, y sin embargo ¡no lo elijo!, si quieren dedicarme un verso no tan grato en este momento, lo recibiré con entendimiento.
Y sobre todo además de tener que vivir esa revolución y excitación propia y ajenas en este momento de despedida… cuando terminé de redactar este texto, seguro ya estaremos cercanos al 2 de enero del próximo año, ya que es de no creer como pasan sin ser percibidos. Y no es que me queje de estas fechas y quiera que vuelen, sólo quisiera que fuesen distintos. No sé cómo, y no sé donde, pero diferentes. Aunque eso obvio está en mis manos, y no puedo resolver el temita de la indecisión aún. Eso voy a poner en mi árbol de deseos, tratar de resolver esta maldita costumbre que ha tomado mi cabeza de repetirme a cada momento ¡no sé, no sé, no sé, no sé, no sé!

¡Uf! Qué cosa de locos, ¡las fiestas son cosa de locos!, aunque aún las espere con ansiedad cuando llega la primavera que viene.
¡Ah y una cosa más, lo peor de todo, es que las tradiciones son para vivirlas bajo cero, y nosotros estamos en un horno!

De vos. De mi. (De las dos)

Prestame las líneas de tus manos para escribir de la manera tierna que tenías de abrir tus alacenas para mi.
Pasame la receta de tu flan de manzanas y de tu paciencia así aprendo de tus abrazos de crayón anaranjado.
Dejaste en mi recuerdos larga vida, dibujos de cocina y un calzador en el cajón. Cuentos (dememoria) por las noches, costureros y un derroche, de caricias por antojo y sin razón.
Me tatuaste mil palabras en un soplo, que al nombrar te reconozco respirando por los poros de mi piel. 
Me enseñaste a subir las escaleras, a cerrar la boca al frío y a decir "me equivoqué"
Porque al final todo fue escrito en nuestras palmas y partiste en vuelo sin enaguas, largándome a navegar. 
Y por las dudas te aseguraste que siguiera, flotando entre la marea sin querer abandonar.
Le diste un soplo a mis velas, te aseguraste que no doliera...


...no significa que no se te extrañe por acá.


Agus.

domingo, 19 de diciembre de 2010

le sud enchanté

Si cuando miras una foto, tu panza comienza a movilizarse..

Si cuando escuchas el nombre de ese sitio a la mente se vienen imágenes maravillosas…
Si cuando tienes tiempo libre y dinero en el bolsillo, sólo piensas en volver…
Ese sitio a caso, ¿no es donde naciste?...
A ver... tengo una teoría, uno dice que su lugar en el mundo, es donde se siente feliz, donde encuentra su propio ser, su aura, su todo…
Y acaso eso… cuando se siente esa felicidad que no tenías, donde encuentras gente con la que disfrutas pasar el tiempo, donde caminas por las calles respirando hondo, queriendo que parte de eso entre en tu cuerpo y no se vaya…
Si ese lugar nos emociona, y nos hace sonreír…
A caso ese sitio ¿no es donde volvemos a nacer, minuto tras minuto?
Que importa donde estuve por primera vez en el mundo, si a caso, no era aun consciente de nada, a mi a ese sitio me han llevado sin mi consentimiento, pero a este, lo he elegido yo, por lo tanto, si las emociones más profundas las tuve allí, es porque definitivamente, allí he nacido…
Como te extraño Bariloche…
La Patagonia, que amante exigente es, te atrapa, te echa un sortilegio, y no te deja ir…

                                   Tanto en el invierno como en el verano, la paz reina en las alturas...

sábado, 18 de diciembre de 2010

Contornos difusos

Entre vos y yo hay sonidos metálicos
y borra de café con lápidas de besos.
Hay ceniceros que encierran discusiones,
absurdas ensoñaciones de noches de verano.

Entre vos y yo hay pilas de cuadernos que chorrean tinta
y mucha agenda atiborrada de planes inconclusos.
Hay viajes a la playa envueltos en tormentas,
de viento, de arena y relojes rotos.

Entre vos y yo hay frentes que sangran
y cucharas que revuelven frenéticamente.
Hay hambre, hay sed y deseos que ahogan
y un verbo amar conjugado siempre al vacío.

Entre vos y yo hay dientes apretados y veranos circulares,
hay febreros de treinta días y manos abiertas,
salivas homicidas que regalan madrugadas
y abrazos vacíos que vuelven sin razón.

Entre vos y yo hay más yo que vos.
Son sólo mis costillas las que se inflan y suspiran,
son sólo mis talones y mi espalda erguida,
bailando abrazada a un tonto disfraz.

Agus.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Pequeñas cosas, grandes sensaciones

Las cosas que aprendí a disfrutar son aquellas tan simples como respirar…
Caminar por las calles porteñas de noche (no tan tarde), escuchando en el ipod una canción que dice algo así como ¡¡OH WE CAN BE HEROES JUST FOR ONE DAY!!
Comprar un ramo de rosas blancas (bien perfumadas) en un puesto de flores, en su defecto jazmines. Solo para mí.
Frenar en un kiosco para pedir “vizzio” de cereales y alquilarme una buena película de Kim Ki Duk, o tambien algo muy opuesto, alguna yanqui que me haga sentir una fashionista neoyorkina.
Quedarme por las mañanas en casa y tomar mates hasta ir al baño 5 veces por minuto.
Abrir la puerta de la cocina para escuchar sólo un ratito el caos de la ciudad para luego meterme y respirar hondo.
Disfrutar de la soledad (no tan sola) de mi cabeza y yo misma.
Disfrutar de pensar en que quiero hacer, aunque sepa que luego no hago ni la mitad de lo que planee.
Ir al barrio de once (el lugar más caótico de la capital), y disfrutarlo como si fuese la 5ta avenida.
Planear viajes sin saber cómo voy a hacer para realizarlos.
Cerrar los ojos y soñar despierta.
Disfrutar de mi compañía que hacía tiempo la buscaba.


Aprendí a reirme a carcajadas, que había perdido sin saber porqué.
Y luego de todo eso que me reconforta, llegar a casa de mis padres y acurrucarme en mi cama a mirar el techo por unos segundos para que luego interrumpa mi mamá con unos mates para compartir.
Aprendí a cada minuto que pasa, aunque pasen cada vez más rápido, que necesito dibujarme una sonrisa.

Deseos y Realidades

 "Uno imagina cada dia todo lo que quiere hacer y despues hace lo que puede "


My dear Delia

                                                                            

lunes, 13 de diciembre de 2010

Disfru-things, Obse-things

ir a la verdulería y volver cargadita,
caminar en las noches de verano por las calles porteñas,
mates amargos (sentada en la mesada),
siesta al aire libre en verano,
siesta encerrada bajo mantas en invierno,
leer el diario los domingos (si puede ser con facturitas),
"picnic" en Parque Centenario,
pensar tatuajes que nunca me hago,
bailar cumbia en el living,
leer cartas viejas y llorar,
estornudar muy fuerte (y sin taparme la boca),
reventar granitos, 
escuchar una conversación ajena en el colectivo,
mirar fotos (digitales o analógicas).
recortar notas de suplementos,
ordenar mi cuarto escuchando música,
subrayar y re-subrayar los apuntes (primero con resaltador amarillo, después con lapicera roja),
cortarme las uñas de los pies,
cantar a la par de Drexler, con auriculares (esté donde esté),

Agus.

DES equilibrio

Sueños de pequeña, sueños de grandeza.
Sueños de grande, sueños lejanos.
Lejanos por la falta de convicción, lejanos por los miedos y la angustia de partir.
Si el irse trae cambios, y los cambios traen movilizaciones, y si movilizarnos nos cansa, y si el cansancio nos da temor, y si el temor nos pone locos, y si la locura no nos gusta, pero aun así no podemos evitarlo, ¿entonces, porque no vamos por la vida aceptando todo eso?
Porque aun así viéndolo, sabiéndolo seguimos renegando por todo eso, y nos planteamos mil veces las mismas cosas. Ir, no ir, hacer, no hacer, creer no creer, y si digo que si, el esta latente, y si digo que no, siempre me arrepiento de no hacer lo contrario.
Una vez una persona me dijo: ¡somos librianas mi querida! El signo nos marca, y la búsqueda del equilibrio esta siempre firme. Y yo respondo, ¿y si mi equilibrio es ir por la vida DESEQUILIBRADA?
¿Se aprueba?

(josefina)

                                                                                      Cartier Breson

viernes, 10 de diciembre de 2010

Diciembre transforma:


Recuerdos de veranos y nochesdeverano,   EN   cervecita y papas fritas
Besos no dados,   EN   cantar bajo la ducha.
Frustraciones   EN   uñas pintadas (derojo)
Miedos e inseguridades   EN   corpiños nuevos
Viejas manías   EN   orden de cuarto- placard- apuntes viejos
Objetivos no cumplidos   EN   nuevo corte de pelo
Bronca y dolor,   EN   alcohol exagerado

Nada se pierde,                                todo se transforma

Agus.


jueves, 9 de diciembre de 2010

Postal de una tarde Jujeña



los adoquines y el charquito son de Humahuaca, Jujuy.            


y la melancolía, bueno.. es mía.

Agus

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Conociendo(me)

De tiempos de parciales y finales seguiditos aprendí:

  • No me puede faltar yerba, frutillas, papel higiénico ni cigarrillos
  • Puedo estar dos días sin bañarme. Sólo dos.
  • No necesito a nadie para contar un chiste
  • El que inventó el mate, fue el más grande genio de todos los tiempos. (el que enlató el atún fue el segundo)
  • Girondo escribió todo lo que yo quise leer
  • Cortázar todo lo que yo quise vivir
  • Benedetti todo lo que yo quise soñar
  • El día no empieza hasta que no levanto las persianas
  • No puedo pensar si aún no desayuné
  • Hay que lavar los platos inmediatamente después de comer (sino reina el desorden mental)
  • Sólo me preocupé dos veces: una fue cuando se me inundó el baño. la otra fue cuando pensé en vos.
  • Extrañé visceralmente desde las profundidades de mis sábanas
  • Y cada vez que sonrío... bueno, mis picardías me las guardo.



Agus


martes, 7 de diciembre de 2010

¿Dislexia o acto fallido?

Que estudiando economía escriba la palabra “Gancia” en lugar de “ganancia” demuestra claramente que se fue todo al carajo

Tenemo’ ansia’ de vacación loco!!!!

Agustina

lunes, 6 de diciembre de 2010

Maldita indesición

Si quiero no puedo, si puedo no quiero. Cuando es fácil, mi cabeza dice que no, cuando está complicado digo: ¡¿Por qué todo se me hace difícil?! Siempre, siempre, siempre, hay un pero, porque, cómo y cuándo esperando que mi cabeza explote hasta no quedar ni rastros.
Obviedad, cuando uno tiene todo en claro, algo arrasa con eso y lo vuelve a embarrar, pero cuando todo está embarrado da la puta casualidad que nada ni nadie limpia el quilombo en mi cabeza.
Pero dicen que así es la vida, y yo respondo para mis adentros: si así lo es ¿Por qué carajo no puedo tener un poco más de eso que los hombres tienen? (aunque muchos no lo usen), no es una agresión que quiera generalizar.
Lo único que sé en este momento “es que no sé nada”, y justamente no me agrada esta frase, no pienso que sea algo que debamos tomar como “sabia”. Porque para mí el peor problema del ser humano, es el que no sepa, y se aferre de eso para seguir cómodo en su sitio, con el cul pegado en la silla, atajándose de esa maldita frase.
¡Por favor! Basta de esta comodidad, necesito actuar, mover, hacer, focalizar. Trazar, andar y culminar. Mirar un punto, analizarlo, vivirlo y concretarlo, ¡eso mismo!, algo, ¡con-cre-to!
¿Tan complicado es para mi cabeza loca no poder hacerlo?
Se nota que sí, por lo pronto sigo sentada, sentada, sentada, con la cabeza en mil cosas deambulando, sin poder resolver. Si creyera fervientemente en algo o alguien, le rogaría, pero como hasta eso se me fue, tendré que bancármela solita.

                                                                                               Guy Burdin

domingo, 5 de diciembre de 2010

Dolormingo



Y el domingo ya se siente. A la medianoche del sábado ya comienza esa angustia bien histérica que perdurará hasta la madrugada del lunes. El domingo se estira como un chicle.

Porque si algo hay algo que no se puede negar, es que los domingos poseen su propia idiosincracia dentro del sistema métrico semanal. A mí no me van a correr con cuentos de subjetividad y resaca: el domingo se siente domingo. Empero todo intento de evasión, de ruptura de la rutina dominical, de diversión, de alegría, de livin' la vida loca… el domingo es melancolía pura, melancolía de arrabal.
Y todas las noches de domingo no escapan a la regla. Los primeros fueron de deberes escolares e insomnio, mucho insomnio. Después fueron de primeras resacas, corazones rotos, enredos de sábanas con lágrimas y techos que giraban sin entregar respuestas. Hoy son solitarios. Solitarios y aún con resacas, corazones semi-cicatrizados, deberes académicos, y techos que siguen sin respuestas.
Así brille el sol en lo más alto de los edificios del centro, o en Defensa vendan panes calientes rellenos, y la gente se amontone por ver una estatua viviente que baila tango, y el trovador de siempre siga desafinando la misma (siempre la misma) nota de Óleo de una mujer con sombrero, los domingos se sienten dolorosamente bellos. Es el dolor de la certidumbre de que se termina algo. De que lo que viene es más de lo mismo…
Y leer cada domingo lo mismo. Y ponerse el mismo saco, y cebar el mismo mate. Fumarse el mismo cigarrillo a la misma hora y escuchar milonga sentimental tantas veces hasta alucinar.
Mirar por la ventana y saber, con esa certeza que proviene desde las entrañas mismas, que las noches de domingo no son como las demás. Que los cielos porteños se ponen siempre el mismo traje cada siete días. Que hay una especie de complot intergaláctico, o que simplemente da la puta casualidad de que a mí se me ocurre sentirme todos los domingo igual.
igual de dominical.

Firma: "La Pequeña Agus"

domingo, 28 de noviembre de 2010

la nuit mélancolique

Definitivamente estoy algo loca. Y si la locura es algo bueno o malo no lo sé.
De chica la noche me parecía un momento en el que sólo se podía dormir, y el día era perfecto para “hacer”. ¡Ojo! Sigo pensando que el día es perfecto para “hacer”, pero la noche sin embargo ahora, me parece el momento indicado del día para estar en paz, bien despierta, pensante, con los sonidos que no se pueden describir bien, porque son muchos, pero serenos. Hay paz, hay mucha paz, y sólo la encuentro cuando las estrellas me pasan a visitar, y se pintan en el cielo para que diga: “quiero quedarme mirándolas toda la noche”, ¿me lo permiten?
Quisiera echarme un colchón en el pasto, en el medio de mi patio a refrescarme la cara con el aire, a respirar frío, y taparme sintiendo ese placer, porque es raro, pero prefiero morirme de frío y taparme, a dormir sin hacerlo, aunque haga 40º, me gusta taparme, es como una especie de seguridad. Cuando era más chica y tenía miedo, me tapaba hasta la cabeza, ¡como si una frazada me resguardara de algo!

Es increíble cómo el sol y la luna nos cambian de ánimo. En el día lo que ocurre en mi cabeza, es que todo me parece bien, y todo parece menos pensante, ando, por ahí por acá y por allá, sin pensar demasiado. De noche todo se me pasa por la cabeza, y eso es muy lógico, ya que todas mis decisiones las he tomado con mi almohada, mi compañera de aventuras. Todo el mundo dice: “medítalo con tu almohada”, y es muy cierto. De día hay tanto de todo que uno no puede ser un ser pensante, porque todo te aturde, salvo que te encuentres en el medio de una montaña, que por desgracia no es mi caso por ahora.
En cambio por la noche, hasta 9 de Julio y Cerrito es tranquilo. Si en esta hermosa ciudad no existieran esas personas que sólo nacieron para hacer mal a otros, juraría que saldría de noche a caminar y andar en bici por la capital, pero mi coraje no es tan grande, diría que gracias a los malditos medios de comunicación llamados NOTI (de mierda) CIEROS, vivo con un pánico tremendo. Y eso justamente no era una cualidad mía. Pero supongo que vivir en sociedad lleva a que seamos así y tengamos esos pánicos y ataques de ira a veces, sino seríamos todos monjes budistas y la pasaríamos joya. Justo hoy me entero de que a unos amigos de mi papa los asaltaron a punta de pistola, y pienso: “que lejos que sentía eso hasta ahora”, si me pasa: ¿Cómo reacciono?, eso sí que no se, pero aún prefiero pensar como lo hago desde chica, que una gran burbuja “sagrada” nos cubre de ¡maleficios y malhechores! Si la imaginas sería como la burbuja que lo cubría a Bart Simpson en el capitulo que tenía un virus, no se si lo recuerdas, es muy ficticio, aunque a mi al menos me deja dormir, en paz.
                                                                                      TIM WALKER (si tuviese un arbol lo llenaría de vestidos con lámparas)

viernes, 26 de noviembre de 2010

la vida no es mas que un puñado de caramelos, y compartirlos con amigos

Siempre fui de tener amigos, me gustan mucho. Conocer gente, saber de ellos, que me cuenten su vida, sus gustos. A mí la gente me alegra el alma, me reconforta (no toda obvio, y las que si, todas en su justa medida a decir verdad), muchas veces es porque no te sentís sólo en cosas que pensas que a vos y a nadie más le suceden. Y otras veces, es porque te sentís algo importante, y eso sin duda es algo que el ser humano lleva en su esencia. Ayudar, ser ayudado, ser observado, ser “yo”.
Hoy una amiga casualmente envió por email a mí y a otras personas un audio que quiso compartir. Este, fue grabado por Mario Pergolini, un periodista que siempre pensé que tenía algo muy especial, pero de ese algo, una gran parte era el sarcasmo. En este caso, me rindo ante él. No sé bien quién lo habrá escrito, pero fuese quien fuera, lo abrazo desde acá. El famoso audio, trata de las verdaderas cosas de la vida, al menos, pienso yo que son las “verdades” de la vida. De cuando nuestra forma de ver el mundo tenía otra altura (literal). Tenía otros olores, otros gustos. De cuando amigarse con alguien bastaba con una sonrisa y un “¿jugamos a las barbies?”. Y como bien dice este texto “Los errores se arreglaban diciendo simplemente “va de nuevo”. Las discusiones terminaban con un “pan y queso”, o con un “biennnnnnnn!”. Cuando nuestra manera de ver el mundo, no estaba empapada de desconfianza, y cuando podías no conocer a una persona e ir a jugar con ella igual, sin haber aún preguntado su nombre.
De chica recuerdo que sólo bastaba con una sonrisa para preguntarle a ese ser de 50 cmt de estatura, si podía ir con ella a su casa, a jugar un rato. O si a mis 10 años de edad podía con mis amigas hacer un pijama party en casa, y enojarme con mamá cuando trataba de seleccionar a mis amigas, y yo no entendía el porqué. Los grandes, y eso es algo que justamente siéndolo me doy cuenta, juzgamos a la gente por mil cosas antes que por su corazón, ¡grandísimo error! Esas cosas sólo lo vez de chico. Recuerdo decirle a mi mamá enojada con mi carácter ya fuerte de enana, “no juzgues a mis amigas, que su familia no sea como la nuestra, que no se vista como a ti te guste, y que hable como crees que no es correcto, no quita que no me quiera”, y claro, eso era lo más importante para mí.  Pero bueno, muchas veces los hijos enseñan a los padres. Y no los juzgo por ser así, cada uno puede ser y pensar como prefiera, lo importante es darse cuenta que no estás de acuerdo, e ir por otro camino. Siempre me caracterice por eso, lástima que lo acompaño con una fuerte e histriónica manera de desarrollar mi forma de pensar. Soy una amante de la pureza que sólo dura esos años de inocencia. Y si tan sólo unos minutos de nuestra vida ocuparíamos en recordarlos, quizás todo sería distinto en nuestra manera de vivir, de creer, de confiar, de hablar, de manejarnos por el mundo. Por eso amo a los animales, son los únicos que llevan la conservan a través de los años.
Hay una película muy sabia que demuestra como la posesión en la vida, tanto sea material o sentimental, lleva a la perdición del ser humano, y cómo cuando somos niños las travesuras si no son corregidas, seguimos pensando en que es correcto; me refiero a “primavera, verano, otoño, invierno y otra vez primavera”, de Kim Ki Duk. Los orientales siempre vieron mas allá, por eso son sabios, no generalizo, pero todos tienen algo especial, y siempre me inspiraron admiración, desde un niño a un viejo. Los adoro, ¡ojo!, existe la mafia china, pero no hablo de ellos, ja ja.  
Lo importante es que sigamos con nuestros valores, arraigarlos hasta más no poder, y cuando no podamos mas, los recordemos a veces para aunque sea votar una sonrisa, un suspiro. Les regalo una parte del texto, y les recomiendo que luego escuchen el audio y cierren los ojos, seguro se aparecerán miles de imágenes que le robaran sonrisas.

¿Te acordás de aquel tiempo en que las decisiones importantes se tomaban mediante un práctico “Ta Te Ti suerte para mí”?
Se podían detener las cosas cuando se complicaban con un simple “pido gancho!”
Los errores se arreglaban diciendo simplemente “va de nuevo”.
Las discusiones terminaban con un “pan y queso”, o con un “biennnnnnnn!”.
El peor castigo y condena era que te hicieran escribir cien veces “no debo”.
Tener mucho dinero, sólo significaba poder comprar mas provincias jugando al “Estanciero”, o comprarte un helado, o un paquete de palitos salados en el recreo.
Llenar un frasco con hormigas podía mantenernos felizmente ocupados durante toda una tarde.
Siempre había una forma de salvar a todos los amigos, y bastaba con un grito de “piedra libre para todos los compañeros”.
No era raro que tuvieras dos o tres “mejores amigos”.
“Es muy viejo…” y así te referías a cualquiera que tuviera mas de veinte años.
Siempre descubrías tus nuevas capacidades y habilidades a causa de un “¿a que no te animás?”…
                                                                                 H. Cartier Bresson

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Bio Bio Bio

Si tengo que hacer una carta de presentación estaría años. Si tengo que definirme en pocas palabras no podría, porque no querría dejar afuera alguna que parezca indispensable en mi descripción. Por ende, aún no sé, pero intentaré hacerlo sin pensar demasiado cómo. Nací en una ciudad situada a 160 km de Buenos Aires.
Ciudad de casas bajas, de barrios con nombres bastante feos, pero plazas hermosas. De gente que se sienta todos los días cálidos en su vereda a tomar unos mates, y ver quién pasa por la calle. Aunque no te conozcan te saludan como si lo hicieran de toda la vida, esa es la típica calidez de un pueblo, te sentís en familia, aunque ni siquiera sepas de quien se trata. Viví 5 cortos años de mi vida allí, pero es hoy que hablo de ella como “mi” ciudad. Mis padres, tiernos como el algodón, jóvenes y luchadores, hicieron que mis días allá sean de los más felices. Mi abuela, mi reina, tomábamos el té a las 17 hrs después del jardín, y me llenaba de historias que no quiero olvidar. No puedo dejar de nombrar a mis compañeros de batallas, mis hermanos, hombres ambos, por eso es que no me describo la mas femenina de todas. Los tres mosqueteros. Aventureros y arriesgados, ¡si que hemos hecho de todo!
No podría dejar de mencionar a mis vecinos, japoneses, de Japón en serio, nada de bromas. De esas familias que quieres guardarte en una cajita para siempre en tu mesa de luz. De nadie más aprendí tanto de cómo apreciar lo que uno tiene, como de ellos. Y ni hablar de mi pequeña prima, "la peque" como suelo llamarla, es un pequeño pedazo de cielo, linda, tan linda!...
con quien comparti cosas que siempre que necesito una sonrisa en mi cara, me acuerdo de ellas asi aparece.
Cuando tengo 5 años, por trabajo, mi padre tiene que mudarse a una ciudad de nombre similar y a tan sólo media hora de distancia. A pesar de que éramos chicos, a los 3 mosqueteros les costó mucho acomodarse, gente nueva, que no se sienta afuera de sus veredas a la tardecita. Si es cierto que son amables, son esa gente de campo que aunque no te conozca te invita un asado. Igual a mi mucho el campo no me gusta, en realidad creo que nada. Pero mi papa trabajaba de eso, y con 5 años (aunque me hubiese gustado) no podía quedarme sola en mi ciudad natal, ya sea con mi abuela, con mis primos, o mis vecinos de Japón.
Lloramos mucho, lo recuerdo bien, a mi mamá le costó mucho también, por eso no me sentía tan mal. Llegaba el viernes y volábamos en auto a visitar nuestras calles, que nos esperaban con los brazos abiertos. Pero luego había que volver, creo que por eso le he tomado ese gusto amargo a los domingos.
Hoy, 18 años más tarde ya no vivo allí ni allá, vivo en la capital, en una ciudad que atrapa y enamora, a pesar de que también abruma. Me mudé a Buenos Aires para estudiar moda, de chica siempre tuve (como buena libriana) dos polos muy opuestos, la pasión por el mundo fashion, telas y dibujos, y la pasión por la naturaleza, Nathional Geographycs y la selva. Creo que opté por lo que estaba a mi alcance, y por lo que mi familia no se muriera de un síncope. Así que aquí estoy, ya con mi título en mano, después de 3 años de carrera. Sigo estudiando con una persona que mi vida puso en el camino como para que mi cabeza despierte y diga: ¡oiga madame despierte! La vida es mucho más de lo que ves a simple vista.
Y así trato de ir por la vida, viendo más de lo que mis ojos ven, y hablando tanto con moi-même que preferí comenzar a escribir. Así estamos, sé que, en breve, tengo que volver a ser una ciudadana coherente, lo sé. Pero aún no, por favor, todavía no.