domingo, 28 de noviembre de 2010

la nuit mélancolique

Definitivamente estoy algo loca. Y si la locura es algo bueno o malo no lo sé.
De chica la noche me parecía un momento en el que sólo se podía dormir, y el día era perfecto para “hacer”. ¡Ojo! Sigo pensando que el día es perfecto para “hacer”, pero la noche sin embargo ahora, me parece el momento indicado del día para estar en paz, bien despierta, pensante, con los sonidos que no se pueden describir bien, porque son muchos, pero serenos. Hay paz, hay mucha paz, y sólo la encuentro cuando las estrellas me pasan a visitar, y se pintan en el cielo para que diga: “quiero quedarme mirándolas toda la noche”, ¿me lo permiten?
Quisiera echarme un colchón en el pasto, en el medio de mi patio a refrescarme la cara con el aire, a respirar frío, y taparme sintiendo ese placer, porque es raro, pero prefiero morirme de frío y taparme, a dormir sin hacerlo, aunque haga 40º, me gusta taparme, es como una especie de seguridad. Cuando era más chica y tenía miedo, me tapaba hasta la cabeza, ¡como si una frazada me resguardara de algo!

Es increíble cómo el sol y la luna nos cambian de ánimo. En el día lo que ocurre en mi cabeza, es que todo me parece bien, y todo parece menos pensante, ando, por ahí por acá y por allá, sin pensar demasiado. De noche todo se me pasa por la cabeza, y eso es muy lógico, ya que todas mis decisiones las he tomado con mi almohada, mi compañera de aventuras. Todo el mundo dice: “medítalo con tu almohada”, y es muy cierto. De día hay tanto de todo que uno no puede ser un ser pensante, porque todo te aturde, salvo que te encuentres en el medio de una montaña, que por desgracia no es mi caso por ahora.
En cambio por la noche, hasta 9 de Julio y Cerrito es tranquilo. Si en esta hermosa ciudad no existieran esas personas que sólo nacieron para hacer mal a otros, juraría que saldría de noche a caminar y andar en bici por la capital, pero mi coraje no es tan grande, diría que gracias a los malditos medios de comunicación llamados NOTI (de mierda) CIEROS, vivo con un pánico tremendo. Y eso justamente no era una cualidad mía. Pero supongo que vivir en sociedad lleva a que seamos así y tengamos esos pánicos y ataques de ira a veces, sino seríamos todos monjes budistas y la pasaríamos joya. Justo hoy me entero de que a unos amigos de mi papa los asaltaron a punta de pistola, y pienso: “que lejos que sentía eso hasta ahora”, si me pasa: ¿Cómo reacciono?, eso sí que no se, pero aún prefiero pensar como lo hago desde chica, que una gran burbuja “sagrada” nos cubre de ¡maleficios y malhechores! Si la imaginas sería como la burbuja que lo cubría a Bart Simpson en el capitulo que tenía un virus, no se si lo recuerdas, es muy ficticio, aunque a mi al menos me deja dormir, en paz.
                                                                                      TIM WALKER (si tuviese un arbol lo llenaría de vestidos con lámparas)